30 septiembre 2006

 

Déjà vu

La Máquina de Bailar
Duración: 104 minutos
Clasificación: 13 AÑOS
Género: Comedia
Director: Óscar Aibar
Actores: Bárbara Muñoz, Benito Pocino, Chema Rodríguez, Eduardo García, Jordi Vilches, José Corbacho, Josele Román, Oskar Salcedo, Santiago Segura,
Guionista: Jimina Sabadú, Óscar Aibar



Los Recreativos New Park son un viejo salón deportivo del centro donde los adolescentes echan las tardes en un mundo de neones de colores y musiquillas estridentes. Entre ellos, Dani y su pandilla, un grupo de chavales de Fuenlabrada, son los amos de un singular videojuego: La Máquina De Bailar. Dani trabaja en un supermercado. Allí, un segurata con pinta de asesino en serie le tiene por un buen chaval. Tanto, que le pide que cuide su boa albina (una capricho de la naturaleza) durante el mes que pasará en el extranjero. Y por supuesto Dani, además de vigilar el animal, utiliza el piso para organizar una fiestecita con una amigas y de paso enviar a la serpiente al otro barrio en un desafortunado accidente. A la pandilla no le queda otro remedio que buscar un animal de repuesto, pero el único que encuentran cuesta una pasta. No saben ni por donde empezar hasta que descubren la convocatoria del primer concurso nacional de La Máquina De Bailar, que se celebrará en el Salón del Manga. Pero para conseguir competir a un alto nivel necesitan la ayuda de un experto coreógrafo, alguien que les guíe en el complejo mundo de las competiciones de baile. Johnny, el encargado del New Park, fue un viejo campeón de cuando la música disco hacía furor. Conmovido por los chavales (que le recuerdan un poco a sí mismo) decide prepararles. La pandilla deberá superar a todos los equipos que se les vayan poniendo por delante, hasta llegar a una gran final donde Dani se enfrentará, nada más y nada menos, que al campeón del mundo de La Máquina de Bailar un joven nipón engreído y malvado. La preparación del duelo se convertirá en algo más que un entrenamiento. Supondrá una superación de los conflictos tanto de los chicos como de Johnny, que se desprenderá de la nube negra que le ha perseguido desde que en el 79 perdió la final de La Juventud Baila.

y ahora:

Extracto del argumento de Los Monstruos del Mar (publicado en este mismo blog el 27 de mayo de 2006)


[...]Un barco es atacado por una extraña bestia en el mar. Dos meses después un adivino comunica a la familia de uno de los marineros que su hijo (Yata) no murió en el naufragio. Su hermano menor (Ryota) decide ir a buscarle. A falta de dinero para otra cosa, el plan de Ryota consiste en participar en un “maratón de baile” cuyo premio (todo el mundo sabe que cualquier maratón de baile que se precie tiene el mismo premio) es un curiosamente oportuno velero... Pero llega demasiado tarde. El maratón lleva tres días en marcha y no consigue entrar en la pugna. Pero Ryota no se marcha con las manos vacías del evento, consigue un par de buenos amigos instantáneos (de esos que aparecen a aquellos que insinúan que llevan para hacerse unos tiritos) que deciden acompañarle en un melancólico paseo por el muelle. [...]


Que equivocado estaba... pero me quedo con cierta sensación de Déjà Vu

29 septiembre 2006

 

Sentado ante mi........

Hoy tu mente va más lenta de lo habitual y tengo la sensación de que me escupes tus pensamientos de uno en uno, sin reticencia pero con esfuerzo.Y es que a veces, sólo a veces, la gente lenta es discriminada por los supuestos atletas de la rapidez intelectual, nosotros, ataviados con nuestros disfraces de grandes pensadores cuando en realidad lo que deseamos es poder unirnos a la cola de personas que suspiran para llegar a vivir la mitad de lo que has vivido TÚ...





 

Momentos Gafapasta

Esto es lo que pasa cuando tienes un móvil con cámara y te llega un momento de debilidad gafapasta...






















Pero luego, siempre llega algo que pone las cosas en su lugar:







¿Tu también los tienes?

 

Guest Star

Pues eso, que Abril ha caído... que ya tengo su foto en tanga ;-P. Espero que se anime a escribir por aquí cuando quiera.


Güelcom

28 septiembre 2006

 

Arturo Pérez-Reverte - Al niño le tiemblan las piernas

Loado sea el Cielo. Andrea Casiraghi, primogénito de la princesa Carolina y de aquel papi fallecido cuando se dedicaba a la encomiable labor social de hacer carreras de superlanchas deportivas, guau, acaba de ver la luz. La ha visto, en concreto, durante una visita realizada, con fotógrafos por delante y por detrás y con quince páginas en el ¡Hola!, nada menos que a los barrios pobres de Manila, para solidarizarse con los niños que viven en vertederos, cárceles y sitios así. Y no sólo él, ojo al dato. Resuelto a no abordar solito en el mundo la conmovedora aventura, el joven monegasco se hizo acompañar en el evento por su novia, Tatiana Santo Domingo, quien, según el delicioso texto que acompaña los afotos, «comparte con él la misma sensibilidad frente a los niños desamparados».

Ya era hora, pardiez. Ya era momento de que el joven y apuesto vástago carolino exteriorizara lo que sospechábamos lleva en las nobles entretelas. No había más que verlo en las fiestas propias de su otrora superficial juventud, en las playas de lujo, en los bodorrios y eventos sociales de postín postinero, para intuir que, tras esa apariencia frivolilla, esas hechuras de pijolandio con su camisita y su canesú, esas novietas ad hoc, esas lánguidas poses de aristocrático capullo en flor consentido por su mamá, su tito Berti y su abuelito, había algo más profundo, de noble raigambre social. Una especie de gen saltarín latente, listo para hacerse con el timón de la nave en cuanto la madurez lo pusiera ante la vida. Es cierto que esa lucecita de esperanza, ese germen marchoso a la pata la llana, no se había manifestado nunca en exceso en la familia Grimaldi, a excepción, quizás, de la tita Estefanía. Que, ésa sí, rompiendo tabúes y convenciones, nunca dijo nones a cepillarse barreras protocolarias, solidarizándose con cuanta clase humilde se le puso a tiro: chóferes, camareros, guardaespaldas, domadores de circo y algunos etcéteras más. Ya les digo. La cosa del gen. Espero que hayan visto las fotos, rediós. Combinadas con el texto, ponen un nudo gordo en el gaznate. Andrea comprobando con estupor e indignación, «en uno de los momentos más duros del viaje», cómo viven doscientos cincuenta niños encarcelados en uno de los talegos de Manila: «Una inmersión en el corazón de la miseria», aclara el texto. Andrea descubriendo con horror las condiciones de vida en la montaña de basura de Payatas: «El joven tomó conciencia de toda la ambigüedad del problema», se especifica ahí. Andrea estrechando tiernamente en sus brazos bronceados, no por el sol a bordo del Pachá, sino –supongo– por su nueva vida solidaria al aire libre, a un huerfanito con el que comparte de tú a tú, sin distinción de razas ni colores, la orfandad cómplice de quien en su tierna edad pierde guías y mentores, y queda como el filipinito –como quedó el propio Andrea– desamparado y a merced de la puta vida: «Necesitan que se les mime, dijo el joven, emocionado hasta las lágrimas». Y de traca final, sonriendo ante la cámara para endulzar así heroicamente el mal trago, Andrea entre chabolas con una botella de agua mineral en una mano y un pequeño paria filipino en la otra, angustiado –«Inocultable gesto de preocupación», precisa el texto– ante el hecho de que esos tiernos infantes se abastezcan tontamente de agua contaminada por residuos tóxicos, en vez de beber, como él, agua embotellada: «No encuentro palabras. Me tiemblan las piernas».

Pero no crean ustedes que tales fotos y declaraciones son camelos oportunistas, y que tras su inmersión en el corazón de las tinieblas –un par de días, calculo, porque en las imágenes luce dos camisas diferentes– Andrea subió al avión y si te he visto no me acuerdo. Niet. En ese aspecto el joven no se anduvo por las ramas, y manifestó su intención de regresar cuanto antes a Manila para seguir haciendo el bien sin mirar a quién: «A mi regreso a Mónaco les diré a mis amigos que tenemos mucha suerte». Así que demos por seguro que, en su próximo e inminente viaje filipino, Andrea Casiraghi fletará un vuelo chárter para hacerse acompañar por todos esos amigos de Mónaco que, como él dice, tanta suerte tienen. Y allí acudirán en masa, dejándose los solidarios cuernos en barrios humildes cual juveniles teresas y teresos de Calcuta. Imaginen qué hermosas fotos, todos allí besando huerfanitos. Y si además enrolan a Carmen Martínez-Bordiú, calculen. Otra portada en ¡Hola! goteando agüita de limón. Divino de la muerte.

Se puede estar de acuerdo o no... pero es "im-presionante" como escribe el tipo...

25 septiembre 2006

 

Violencia de Género


Textual:

Él le rompió el corazón. Ella le romperá los huesos.


















¿Esto no lo denuncia nadie?



La ley es menos dura si la que maltrata es una mujer
CARLA SIRVENT. 25.09.2006

Tres lesbianas han denunciado a sus parejas en Alicante. Y dos hombres, a sus esposas. La víctima recibe menos ayudas y la agresión no es delito, es falta
La ley de violencia sobre la mujer no ampara a las féminas homosexuales. Reciben las mismas palizas, vejaciones e insultos que cualquier otra heterosexual, pero no tienen la misma protección.
A los hombres les ocurre lo mismo. En lo que llevamos de año, tres mujeres han denunciado ante la Policía Local de Alicante a sus parejas (femeninas) por malos tratos. Ningún homosexual ha acusado a su marido o novio, pero sí lo han hecho otros presuntos maltratados por sus mujeres, dos en 2006.
El Gabinete de Violencia Doméstica (Gavid) de la Policía Local de Alicante les ofrece el mismo servicio psicológico, humano y técnico que a cualquier persona que sufre violencia doméstica. Pero también ven que la ley no es igual de equitativa y no prevé ayudas económicas, laborales, sociales y judiciales para este tipo de personas.
Y garantiza menos protección, porque si la agresora es mujer, hay determinadas acciones, como propinar una bofetada, que son falta. Si el agresor es hombre, esta misma acción se considera delito y puede acarrear penas de prisión.
Los jueces alicantinos han presentado varias cuestiones de inconstitucionalidad a esta ley por considerarla desigual y abusiva. No obstante, no han prosperado.

http://www.20minutos.es/noticia/155553/0/menos/maltrata/mujer/

A políticamente correcto no me gana nadie cuando me pongo...

 

Aznarin Campeador V.S. Quentin Tarantino

Para el artículo completo: Lea

Por ahorrarles el mal trago dejo un extracto:

"¿Cuál es la razón por la que nosotros tenemos que pedir disculpas y ellos nunca tienen que hacerlo?", se preguntó el ex presidente del Gobierno durante un discurso pronunciado en inglés en el Hudson Institute de Washington. Aznar, que en un momento de su intervención se definió a sí mismo como "un admirador de Isabel y Fernando", los Reyes Católicos, se refirió así a la oleada de críticas que han recibido en los últimos días las palabras del Papa en Alemania.
"Además, se refirió a la propuesta de Alianza de Civilizaciones del actual presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Si bien consideró que "el diálogo en política es esencial", consideró "una estupidez" e "incomprensible" la iniciativa, cuando "estamos en un tiempo de guerra en el que es o nosotros o ellos".


Por último y aunque lamento no poder ofrecer una versión libre de interpretaciones de las declaraciones, os presento las propias declaraciones (Traducidas al catalán y después al castellano):









VS

Un extracto de Amor a quemarropa (película con guión de Quentin Tarantino)

Worley: ¿Eres siciliano?
Coccotti: Sí, siciliano.
Worley: Ya. Sabes, leo mucho. Especialmente sobre cosas... sobre historia. Encuentro esa mierda fascinante. Este es un hecho que no sé si conoces, pero los sicilianos descendeis de los negros.
Coccotti: ¿Cómo dices?
Worley: Sí, es un hecho. Mira, los sicilianos tenéis... esto... sangre negra corriendo por vuestras venas. Hey, no, si, eh, si, eh... si no me crees puedes comprobarlo. Hace cientos y cientos de años, ¿sabes? Los moros conquistaron Sicilia. Y los moros son negros.
Coccotti : Sí...Worley: Si miramos al pasado podrás ver que los sicilianos antes eran como los italianos del norte. Tenían el pelo rubio y los ojos azules. Pero cuando los moros llegaron cambiaron totalmente el lugar. Se hartaron de follar con mujeres sicilianas, lo cual cambió la línea de sangre para siempre. Allí donde había pelo rubio y ojos azules quedaron pelo negro y piel oscura. Sabes, es absolutamente sorprendente para mí descubrir esto hoy, cientos de años más tarde, que... uhhh, los sicilianos tienen genes negros.
Coccotti: (Se ríe)
Worley: No, no,está escrito. Es un hecho... histórico. Está escrito. Es un hecho.
Coccotti: (Riéndose) Me encanta este tipo.
Worley: Tus antepasados eran negros. Je, je (Se ríe también) Sí. Y tu tata-tata-tata-tatarabuela folló con un negro, je, je, y tuvo un hijo medio negro... ¿sabes? Es un hecho. Dime, ¿estoy mintiendo? Por eso los sicilianos descendéis de negros.(Risas)
(Coccotti se gira y dispara)


y yo me pregunto... ¿Aznarin se mira al espejo por la mañana?



21 septiembre 2006

 

Ácido Bórico

Definamos:

De http://www.fredmeyer.com/Es-Supp/Boric_Acid.htm
El ácido bórico es una sustancia química con propiedades antisépticas, antimicóticas y antivirales leves.

Se utiliza en relación con lo siguiente (consulte la inquietud de salud particular para obtener información completa):
Clasificación
Inquietudes de salud

Infecciones por levaduras
Herpes bucal
Información científica confiable y relativamente consistente que muestra un beneficio importante para la salud.
Estudios contradictorios, insuficientes o preliminares que sugieren la existencia de algún beneficio para la salud, aunque sea mínimo.
La hierba está respaldada principalmente por el uso tradicional, o bien, la hierba o el suplemento tienen poco respaldo científico o presentan un beneficio mínimo para la salud.

¿Dónde se encuentra?
El ácido bórico es un polvo blanco e inodoro, o una sustancia cristalina, disponible en muchos productos farmacéuticos que se venden sin receta médica para uso tópico, como antiséptico o en forma de supositorios.

¿Cuál es la dosis usual?
El ácido bórico en polvo se vende en las farmacias sin receta médica. Este polvo puede venir empacado en cápsulas de gelatina, para usarse como supositorio. Algunos médicos recomiendan a las mujeres con
vaginitis el uso de una de estas cápsulas por vía vaginal cada noche durante dos semanas. Los productos diseñados para la vaginitis se diluyen generalmente a una concentración de entre 1–4% de ácido bórico. Algunas tiendas de alimentos naturistas tienen supositorios que contienen una combinación de ácido bórico y hierbas.
En el estudio del
herpes bucal, se aplicó un ungüento diluido hasta una concentración de 4% de ácido bórico cuatro veces al día. Debido a la toxicidad potencial de esta preparación, se debe consultar a un médico antes de usar el ácido bórico.

¿Existen efectos secundarios o contraindicaciones?
Los supositorios de ácido bórico no deben usarse durante el embarazo.
El ácido bórico es sumamente tóxico cuando se administra internamente y nunca debe aplicarse en heridas abiertas. Cuando el ácido bórico entra en el organismo, puede causar náuseas, vómitos,
diarrea, dermatitis, daño renal, colapso circulatorio agudo e incluso la muerte. En el pasado, el ácido bórico se usaba como tratamiento tópico para niños con dermatitis de pañal. Sin embargo, incluso en forma diluida (3%), causaba una gran toxicidad e incluso llegó a causar dos muertes. Por lo tanto, no se debe aplicar ácido bórico a la piel de los lactantes y niños pequeños. De hecho, expertos en este campo afirman que “el pequeño valor terapéutico de este compuesto, en comparación con su potencial tóxico, ha llevado a la recomendación general de que ya no se utilice como agente terapéutico”. Sin embargo, en un estudio más reciente, no se describieron efectos secundarios graves con el uso del ácido bórico como tratamiento para la vaginitis.
Al momento de escribir este artículo, no existían interacciones bien documentadas de algún medicamento con ácido bórico.


Luego, a leer:

El Mundo

Luego otro periódico no famoso por ser muy socialista que digamos...

ABC

Después otro periódico con fama de ser socialista

El País

y por último

Piensen por si mismos...
(duele, pero merece la pena...)



18 septiembre 2006

 

Dogma

Por partes.

Primero la definición.

Dogma:

Para otros usos de este término, véase Dogma (desambiguación).
Un dogma es una
doctrina sostenida por una religión u otra organización de autoridad, que no admite réplica. La enseñanza de un dogma, doctrina, principios o creencias se conoce como adoctrinamiento.
En el
cristianismo, la teología tradicional distingue entre dogmas generales (verdades fundamentales), en los que hay que creer para conseguir la salvación, y dogmas especiales (artículos de fe) que aclaman nada más que un asentimiento implícito.
Por extensión, el término dogmatismo es la tendencia a erigir fórmulas que expresan conocimientos, en verdades indiscutibles, al margen del estudio, de la crítica y de la discusión.
En la
Iglesia Católica, los dogmas son aquellas doctrinas que la Iglesia propone para ser creídas ya que han sido formalmente reveladas por Dios. Los dogmas pertenecen al depósito de la fe de una manera irreversible. Negar algún dogma significa negar la misma fe, pues supone negar la autoridad de Dios, que lo ha revelado, y hacerlo de forma pertinaz implica el delito de herejía.
Una
doctrina se reconoce como dogma por una de las siguientes razones:
1- Ha sido solemnemente definida como tal por el
Magisterio de la iglesia. Esto puede ocurrir en un Concilio Ecuménico o por un pronunciamiento ex cathedra del Papa. Son ejemplos de este caso la Inmaculada Concepción de María o su ascenso en cuerpo y alma a los cielos (Asunción de la Virgen María).
2- Ha sido enseñada como tal por la Tradición invariable de la Iglesia y no requiere ser proclamada dogmáticamente. (Ejemplo: La condena al aborto).
Obtenido de "
http://es.wikipedia.org/wiki/Dogma"


Después la notícia: Lea

y después, lo que pasaría si los dogmas fueran erróneos...



TITULO ORIGINAL
Dogma
AÑO
1999


DURACIÓN
135 min.
PAÍS
DIRECTOR
Kevin Smith
GUIÓN
Kevin Smith
MUSICA
Howard Shore
FOTOGRAFÍA
Robert Yeoman
REPARTO
Ben Affleck, Matt Damon, Linda Fiorentino, Salma Hayek, Jason Lee, Jason Mewes, Alan Rickman, Chris Rock, Janeane Garofalo, Kevin Smith, Alanis Morissette
PRODUCTORA
Lions Gate Film pr. a View Askew production
GÉNERO

Comedia / SINOPSIS: La batalla final en la eterna guerra entre el Bien y el Mal tendrá lugar en Nueva Jersey, cuando dos ángeles caídos intenten destruir el universo entero, a menos que alguien logre detenerlos. Estos dos ángeles, Loki y Bartleby, tratan de hallar un modo de acabar con su exilio perpetuo en Wisconsin, cuando se topan con el plan perfecto para regresar al paraíso: la posibilidad de eludir el dogma que les permitirá retornar al Cielo, si pasan bajo el bendito arco de la catedral de Nueva Jersey, eliminando a la vez toda existencia humana. Pero tendrán que enfrentarse a un problema; una persona ha sido elegida para impedírselo... y no tendrá que hacerlo sola.


¿Algún día rectificarán? ¿Se acabará el mundo si resulta que el Papa no es infalible?

PD: Perrito Piloto para la Señorita o Caballero que adivine en que libro está "inspirada" esta película y a cuyos autores queda agradecido el autor en los títulos de crédito. Una pista. En mi espacio de MSN hay una entrada dedicada.

16 septiembre 2006

 

Shakespeare - Enrique V


Este es el día de la fiesta de San Crispín" —dice el rey a sus tropas— "el que sobreviva a este día volverá sano y salvo a sus lares, se izará sobre las puntas de los pies cuando se mencione esta fecha, y se crecerá por encima de sí mismo ante el nombre de San Crispín. El que sobreviva a este día y llegue a la vejez, cada año, en la víspera de esta fiesta, invitará a sus amigos y les dirá: «Mañana es San Crispín». Entonces se subirá las mangas, y, al mostrar sus cicatrices, dirá: «He recibido estas heridas el día de San Crispín». Los ancianos olvidan; empero, el que lo haya olvidado todo, se acordará todavía con satisfacción de las proezas que llevó a cabo en aquel día. Y entonces nuestros nombres serán tan familiares como los nombres de sus parientes... serán resucitados por su recuerdo viviente y saludable con copas rebosantes. Esta historia la enseñará el buen hombre a su hijo, y desde este día hasta el fin del mundo la fiesta de San Crispín nunca llegará sin que a ella vaya asociado nuestro recuerdo, el recuerdo de nuestro pequeño ejército, de nuestro feliz pequeño ejército, de nuestro bando de hermanos; porque el que vierte hoy su sangre conmigo será mi hermano; por muy vil que sea, esta jornada ennoblecerá su condición y los caballeros que permanecen ahora en el lecho de Inglaterra se considerarán como malditos por no haberse hallado aquí, y tendrán su nobleza en bajo precio cuando escuchen hablar a uno de los que han combatido con nosotros el día de San Crispín".

PD: esta entrada está dedicada a una persona especial, mi hermana de sangre. Pronto pasará.

14 septiembre 2006

 

Cancer

Viendo esto

parece que será necesario llegar a esto:



y, te preguntas... ¿es casualidad que se lance esta noticia junto a una campaña de publicidad de preservativos de sabores?

13 septiembre 2006

 

cansado

Intenta hacer esto:

Lee los colores de abajo en voz alta,

Pero en lugar de decir las palabras, pronuncia los colores que tienen las letras.



Verde Azul Negro Amarillo

Morado Rojo Rosa
Naranja

Violeta Verde Gris Morado

Beige Rosa Lila Blanco Gris

Azul Naranja Violeta
Verde



......



El cerebro, al recibir señales que se contradicen, cansa, de verdad?



y reflexionando,

"El problema no es que te guste mentir;
el problema es que te creo.

El problema no es que te guste jugar;
el problema es que es conmigo.”


y de repente… me sentí muy, muy, muy cansado.

Entrada "secuestrada" de quiero creer, contra corriente...



11 septiembre 2006

 

Películas para ver borracho - Rambo III


TITULO ORIGINAL
Rambo III
AÑO 1988
DURACIÓN 101 min.
PAÍS EE.UU.
DIRECTOR
Peter MacDonald
GUIÓN Sylvester Stallone & Sheldon Lettich
MUSICA Jerry Goldsmith
FOTOGRAFÍA John Stainer
REPARTO
Sylvester Stallone, Richard Crenna, Marc de Jonge, Kurtwood Smith, Spiros Focas, Doudi Shoua, Sasson Gabai
PRODUCTORA Universal Pictures
GÉNERO
Acción. Bélica (Guerra Afghanistan-Unión Soviética)
SINOPSIS: Cuando descubre que el coronel Trautman ha caído en manos soviéticas en Afganistán, Rambo regresa al servicio para intentar liberar a su amigo. Después de contactar a la resistencia afgana, entra en la zona sitiada por las tropas enemigas…


Para aquellos que no tengan el gusto: Un asesor militar de la CIA se dedica a suministrar armas y entrenamiento a los talibanes en su lucha contra la opresión comunista. Rambo acudirá a su rescate cuando es capturado por los malvados comunistas. Ya que pasaba por allí, se parará a elogiar el gran esfuerzo y valor de esos valientes luchadores por la libertad.
Algunos dicen que en la edición especial en DVD se pueden ver las escenas eliminadas donde Rambo les enseña a pilotar aviones... pero seguro que ese rumor es fruto de mentes alienadas por el bolcheviquismo.

Ya lo decía mi madre, cria cuervos y te sacarán los ojos.


08 septiembre 2006

 

EL AUGE DE LA BOSTA DE VACA - Damon Knigth

El coche largo y reluciente frenó con un zumbido de turbinas, levantando una nube de polvo. El cartel sobre el puesto, en el borde de la carretera, decía: Cestos. Curiosidades. Un poco más adelante, otro cartel, sobre un rústico edificio con fachada de vidrio, anunciaba. Cafetería de Crawford. Pruebe Nuestros Churros. Detrás de ese edificio había un pastizal, con un granero y un silo a cierta distancia de la carretera.
Los dos extraterrestres miraron tranquilamente los carteles. Ambos tenían piel lisa y púrpura, y pequeños ojos amarillos. Llevaban trajes grises de tweed. Sus cuerpos tenían forma casi humana, pero no se les podía ver la barbilla, que cubrían con bufandas anaranjadas.
Martha Crawford se apresuró a salir de la casa para atender el puesto de cestos, secándose las manos en el delantal. Detrás apareció Llewellyn Crawford, su marido, masticando palomitas de maíz.
- ¿Señor, señora? - preguntó nerviosamente Martha. Con una mirada le pidió ayuda a Llewellyn, que le palmeó el hombro. Ninguno de ellos había visto jamás a un extraterrestre a tan poca distancia.
Uno de los extraterrestres, al ver a los Crawford detrás del mostrador, bajó despacio del coche. El hombre, o lo que fuera, fumaba un cigarro a través de un agujero en la bufanda.
- Buenos días - saludó la señora Crawford, nerviosa -. ¿Cestos? ¿Curiosidades?
El extraterrestre pestañeó con solemnidad. El resto de su cara no cambió. La bufanda le ocultaba la barbilla y la boca, si las tenía. Algunos decían que los extraterrestres no tenían barbilla, otros que tenían en su sitio algo tan repelente y atroz que ningún ser humano podría soportar el espectáculo. La gente los llamaba «hercus», porque venían de un sitio llamado Zera Herculis.
El hercu miró un rato los cestos y las baratijas que pendían sobre el mostrador, sin dejar de fumar su cigarro. Luego, con voz confusa pero comprensible, dijo:
- ¿Qué es eso?
Señalaba hacia abajo con una mano callosa, de tres dedos.
- ¿El indiecito? - preguntó Martha Crawford, con una voz que terminó en un chillido -. ¿O el calendario de cáscara de abedul?
- No, eso - dijo el hercu, volviendo a señalar hacia abajo. Esta vez los Crawford se asomaron por encima del mostrador y vieron que lo que indicaba era una forma grisácea, chata y redonda que había en el suelo.
- ¿Eso? - preguntó dubitativamente Llewellyn.
- Eso.
Llewellyn Crawford se sonrojó.
- Bueno... eso es una bosta de vaca. Una de las vacas se apartó ayer del rebaño, y debe haber hecho eso ahí sin que yo me diera cuenta.
- ¿Cuánto vale?
Los Crawford miraron al hombre, o lo que fuera, sin comprender.
- ¿Cuánto vale qué? - preguntó al fin Llewellyn.
- ¿Cuánto vale - gruñó el extraterrestre - la bosta de vaca?
Los Crawford se miraron entre sí.
- Yo nunca oí... - comenzó a decir Martha en voz baja, pero su marido la hizo callar.
Llewellyn carraspeó.
- ¿Qué le parece unos diez cen...? Bueno, no quiero engañarlos... ¿Qué le parece veinticinco centavos?
El extraterrestre sacó una enorme bolsa repleta de monedas y dejó veinticinco centavos sobre el mostrador, y le murmuró algo a su compañera.
Esta salió del coche con una caja de porcelana y una pala con mango de oro. Con la pala, la mujer - o lo que fuera - recogió cuidadosamente la bosta y la depositó en la caja.
Ambos extraterrestres entraron luego en su coche y arrancaron con un zumbido de turbinas y una nube de polvo.
Los Crawford vieron cómo se alejaban, luego miraron el brillante cuarto de dólar que había sobre el mostrador. Llewellyn lo recogió y lo hizo saltar en la palma de la mano.
- Bueno... ¿qué te parece? - sonrió.

Toda esa semana las carreteras estuvieron colmadas de extraterrestres con sus largos y relucientes automóviles. Iban a todas partes, lo veían todo, todo lo pagaban con monedas recién acuñadas y con billetes flamantes.
Había gente que hablaba mal del gobierno por haberles permitido entrar, pero beneficiaban el comercio y no causaban ningún problema. Algunos se proclamaban turistas, otros estudiantes de sociología en viaje de estudios.
Llewellyn Crawford fue hasta el pastizal vecino y recogió cuatro bostas para depositarlas cerca del mostrador. Cuando vino el próximo hercu Llewellyn pidió, y obtuvo, un dólar por cada una.
- ¿Pero para qué las quieren? - gemía Martha.
- ¿Qué nos importa? - decía su marido -. ¡Ellos las quieren y nosotros las tenernos! Si vuelve a llamar Ed Lacey, por ese asunto de la hipoteca, dile que no se preocupe.
Despejó el mostrador y exhibió en él la nueva mercadería. Subió el precio a dos dólares, luego a cinco.
Al día siguiente hizo preparar un nuevo cartel: BOSTAS.

Una tarde de otoño, dos años más tarde, Llewellyn Crawford entró en la sala, tiró el sombrero en un rincón y se dejó caer en una silla. Por encima de los anteojos miró el enorme objeto circular - exquisitamente pintado con anillos concéntricos de azul, naranja y amarillo - que había sobre la repisa. Un observador casual podía haberlo considerado una pieza de museo, una genuina bosta de concurso pintada en el planeta Herculis; pero en realidad la había pintado y armado la señora Crawford, siguiendo el ejemplo de muchas damas contemporáneas con pretensiones artísticas.
- ¿Qué te pasa, Lew? - preguntó la señora Crawford con aprensión. Llevaba un nuevo peinado, y lucía un vestido hecho en Nueva York, pero parecía alterada y ansiosa.
- ¡Qué pasa, qué pasa! - gruñó Llewellyn -. Ese viejo Thomas está loco, eso es lo que pasa. ¡Cuatrocientos dólares la cabeza! Ya no puedo comprar vacas a un precio decente.
- Pero Lew, ya tenemos siete rebaños, ¿no es así? Además...
- Necesitamos más para afrontar la demanda, Martha - dijo Llewellyn, incorporándose -. Dios mío, pensé que te darías cuenta. La bosta tipo reina se va a quince dólares, y no tenemos cantidades suficientes, y la emperador a mil quinientos. Si tenemos la suerte...
- Es raro, pero nunca se nos había ocurrido pensar que hubiese tantas clases de bostas - dijo Martha, nostálgicamente -. La emperador... ¿es ésa que tiene la doble espiral?
Llewellyn recogió una revista, con un gruñido.
- Quizá las podamos cambiar un poco v...
Los ojos de Llewellyn se iluminaron.
- ¿Cambiarlas? - exclamó -. No... ya lo intentaron. Lo leí aquí mismo, ayer.
Le mostró un ejemplar de El bostero norteamericano, y comenzó a pasar las satinadas páginas.
- Bostagramas - leyó en voz alta -. Cómo conservar las bostas. La lechería: un provechoso negocio lateral. No. Ah, aquí está. El fracaso de las bostas falsas. Mira, aquí dice que un tipo de Amarillo consiguió una emperador y fabricó un molde de yeso. Después metió en el molde un par de bostas comunes... aquí dice que eran tan perfectas que nadie veía la diferencia. Pero los hercus no las compraron. Ellos se daban cuenta.
Tiró la revista, y se volvió para mirar los establos por la ventana trasera.
- ¡Ahí está otra vez ese idiota en el patio! ¿Por qué no trabaja?
Llewellyn se incorporó, abrió la persiana y gritó:
- ¡Hey, Delbert! ¡Delbert! - y aguardó -. Además es sordo - refunfuñó.
- Le iré a avisar que quieres... - comenzó a decir Martha, quitándose el delantal.
- No, deja... voy yo. Hay que estarles encima todo el tiempo.
Llewellyn salió por la puerta de la cocina y cruzó el patio hasta donde estaba un joven delgaducho, sentado en una carretilla, comiendo lentamente una manzana.
- ¡Delbert! - dijo Llewellyn, exasperado.
- Ah... hola, señor Crawford - dijo el joven, sonriendo y mostrando el hueco de la dentadura. Dio un último mordisco y tiró el hueso de la manzana. Llewellyn lo siguió con la vista. Como le faltaban los dientes de delante, los huesos de manzana que arrojaba Delbert no se parecían a nada de este mundo.
- ¿Por qué no llevas bostas al mostrador? - preguntó Llewellyn -. No te pago para que te sientes en una carretilla, Delbert.
- Llevé algunas esta mañana - dijo el muchacho -. Pero Frank me dijo que las trajera de vuelta.
- ¿Frank qué?
Delbert hizo una seña afirmativa.
- Me dijo que sólo había vendido dos. Pregúntele si miento.
- Ahora mismo - gruñó Llewellyn. Giró sobre los talones, y volvió a cruzar el patio.
En la carretera se había detenido un coche largo, cerca del mostrador, detrás de una destartalada camioneta. Arrancó cuando Llewellyn se acercaba, y en ese momento llegó otro. Cuando Llewellyn estaba llegando al puesto, el extraterrestre regresó a su automóvil, que se alejó en seguida.
Sólo quedaba un cliente, un granjero de largas patillas con camisa a cuadros. Frank, que atendía el mostrador, se apoyaba cómodamente en un codo. A sus espaldas, los exhibidores estaban colmados de bostas.
- Buenos días, Roger - dijo Llewellyn con fingido placer -. ¿Cómo anda tu familia? ¿Qué te vendemos, una linda bosta?
- Bueno, no sé - dijo el hombre de las patillas, frotándose el mentón -. A mi mujer le gustaba ésa - señaló una enorme y simétrica que había en el estante del centro -. Pero a estos precios...
- Más barato no se puede, Roger. Es toda una inversión - dijo enfáticamente Llewellyn - Frank, ¿qué compró ese último hercu?
- Nada - dijo Frank. De la radio que tenía en el bolsillo salía un persistente zumbido musical -. Sacó una foto del puesto y se fue...
- Bueno, ¿y el anterior?
Se oyó un zumbido de turbinas, y un automóvil largo y reluciente frenó a sus espaldas. Llewellyn se volvió. Los tres extraterrestres del coche usaban sombreros rojos de fieltro, cubiertos de cómicos botones, y llevaban insignias de Yale. Tenían los trajes grises de tweed cubiertos de confetti.
Uno de los hercus salió y se acercó al puesto, fumando un cigarro por el agujero de la bufanda anaranjada.
- ¿Sí, señor? - dijo enseguida Llewellyn, uniendo las manos e inclinándose levemente hacia adelante -. ¿Una linda bosta?
El extraterrestre miró los objetos grisáceos que había detrás del mostrador; guiñó los ojos amarillos, e hizo un curioso ruido con la garganta. Tras un instante, Llewellyn decidió que eso era risa.
- ¿Qué hay de gracioso? - preguntó, mientras su propia sonrisa se desvanecía.
- Nada - respondió el extraterrestre -. Me río porque soy feliz. Mañana me voy a casa... nuestro viaje de estudios terminó. ¿Puedo sacarle una foto?
Alzó una pequeña cámara en una garra purpúrea.
- Bueno, creo que... - dijo Llewellyn con voz vacilante -. En fin, ¿dice usted que regresa? ¿Quiere decir que se van todos? ¿Y cuándo volverán por aquí?
- Nunca - respondió el extraterrestre; apretó la cámara, sacó la fotografía, la miró, murmuró algo y la guardó -. Les agradecemos esta interesante experiencia. Adiós.
Dio media vuelta y regresó al coche. El coche se alejó envuelto en una nube de polvo.
- Toda la mañana fue así - dijo Frank -. No compran nada... lo único que hacen es sacar fotos.
Llewellyn comenzaba a ponerse nervioso.
- ¿Crees que lo dijo en serio? ¿Que se van todos?
- Así lo anunció la radio - respondió Frank -. Y Ed Coon volvió de Hortonville, y anduvo por aquí esta mañana. Dijo que no había vendido ni una bosta desde anteayer.
- Bueno, no entiendo - dijo Llewellyn -. No pueden irse así como así... - Le temblaban las manos. Las metió en los bolsillos -. Oye, Roger - le dijo al hombre de las patillas -. ¿Cuánto pagarías por esa bosta?
- Bueno...
- Vale diez dólares, ¿sabes? - dijo Llewellyn, acercándosele. En su voz había ahora solemnidad -. Es una bosta de primera, Roger.
- Lo sé, pero...
- ¿Qué te parece siete y medio?
- En fin, no sé. Podría pagarte... digamos cinco dólares.
- Vendida. Envuélvesela, Frank.
Miró cómo el hombre de las patillas se llevaba su trofeo a la camioneta.
- Rebájalas, Frank - dijo con voz débil -. Saca lo que puedas.

El trajín del largo día casi había terminado. Abrazados, Llewellyn y Martha Crawford miraban cómo los últimos clientes se alejaban del puesto de bostas. Frank limpiaba los estantes. Delbert, reclinado contra el mostrador, comía una manzana.
- Es el fin del mundo, Martha - dijo Llewellyn, agobiado, con lágrimas en los ojos -. ¡Bostas de la mejor calidad vendidas por miserables centavos!
Las luces de un automóvil largo y chato perforaron la penumbra. Se detuvo junto al puesto: dentro se veían dos criaturas verdes con impermeables; por los agujeros de los sombreros chatos y azules les sobresalían unas plumíferas antenas. Una de ellas descendió y se acercó al puesto, con movimientos extraños y acelerados. Delbert, boquiabierto, dejó caer el hueso de la manzana.
- ¡Serpos! - susurró Frank, inclinándose hacia Llewellyn -. Escuché en la radio que. habían llegado. La radio dijo que eran de Gamma Serpentis.
La criatura verde examinaba los estantes a medio vaciar. Unos párpados callosos se movían sobre pequeños ojos brillantes.
- ¿Bostas, señor... señora? - preguntó nerviosamente Llewellyn -. Ya no nos quedan muchas, pero...
- ¿Qué es eso? - preguntó el serpo en un susurro señalando hacia el suelo con una garra.
Los Crawford miraron. EL serpo señalaba una cosa amorfa y nudosa tirada junto a la bota de Delbert.
- ¿Eso? - preguntó Delbert, empezando a revivir -. Eso es un hueso de manzana. - Miró a Llewellyn, y una luz de inteligencia pareció avivarle los ojos -. Renuncio, señor Crawford - dijo, pronunciando las palabras con claridad, y luego se volvió hacia el extraterrestre -. Es un hueso de manzana Delbert Smith - aclaró.
Llewellyn, estupefacto, vio como el serpo sacaba una billetera y daba un paso adelante. El dinero cambió de manos. Delbert tomó otra manzana y empezó, con todo entusiasmo, a trabajarla.
- Oye, Delbert - dijo Llewellyn, apartándose de Martha; le temblaba la voz, se aclaró la garganta -. Me parece que tenemos aquí un buen negocio. Si fueras listo alquilarías este puesto...
- No, señor Crawford - dijo Delbert con indiferencia, con la boca llena de manzana -. Imagínese: me voy a lo de mi tío, que tiene un huerto...
El serpo miraba y daba vueltas al hueso de manzana y emitía pequeños chillidos de admiración.
- Usted sabe, hay que estar cerca de la fuente de abastecimiento - dijo Delbert, meneando sabiamente la cabeza.
Llewellyn sintió que le tiraban de la manga. Se giró: era Ed Lacey, el banquero.
- ¿Qué pasa, Lew? Estuve tratando de hablar contigo toda la tarde, pero tu teléfono no contestaba. Es por ese asunto de tu garantía sobre los préstamos...


FIN


La realidad siempre acaba por ser más subrealista que el arte.

PD: Voy a pujar por la Bosta de la hija del Comeplacentas...
¿alguien se anima?

07 septiembre 2006

 

El puente



El puente
TITULO ORIGINAL
Die Brücke
AÑO
1959

DURACIÓN
105 min.
PAÍS Alemania
DIRECTOR
Bernhard Wicki
GUIÓN
Bernhard Wicki, Karl-Wilhelm Vivier, Michael Mansfeld (Novela: Manfred Gregor)
MUSICA
Hans-Martin Majewski
FOTOGRAFÍA
Gerd von Bonin (B&W)
REPARTO
Folker Bohnet, Fritz Wepper, Michael Hinz, Frank Glaubrecht, Karl Michael Balzer, Volker Lechtenbrink, Günther Hoffmann, Cordula Trantow, Wolfgang Stumpf, Günter Pfitzmann, Heinz Spitzner, Siegfried Schürenberg
PRODUCTORA
Fono Film
GÉNERO Bélica (Segunda Guerra Mundial). Drama / Alemania, 1945. Últimos meses de la II Guerra Mundial. El conflicto se puede dar casi por concluido, pues el país está invadido por las tropas aliadas. Ya no quedan soldados adultos que defender las posiciones, tan sólo adolescentes que han pasado la guerra sin ser lo suficientemente mayores para combatir. Ahora, en una pequeña ciudad, un grupo de jóvenes ha recibido la orden de proteger un pequeño puente. Enardecidos por la posibilidad de defender a su país, y entusiasmados por la ideología nazi de "sangre y honor", los chicos permanecen para defender el puente...


PD: En el reparto faltan entre otros Joseph Alois Ratzinger, Günther Grass...

 

Regreso


Se acabaron las vacaciones. Otra vez a currar, pero con ilusión !!! ... solo me quedan 35 años para jubilarme !!!!.


Que os sea leve !!! (consejo no válido para políticos y miembros de la family Borbonica, que el resto consulte a su médico o farmacéutico.)


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